Monday, March 13, 2017

De andares y excesos

Primera Parte

Suena el despertador, a ciegas tiento donde se encuentra mi celular, lo tomo y presiono el “snooze”, 5 de la mañana marca el reloj, “otros 5 minutos más” pienso, la borrachera del día anterior me llaga como puñetazo directo a la cara, cierro los ojos, el frío de la mañana me cala en los huesos, ¿que paso ayer?, tengo vagos recuerdos, una fiesta, música, tequila, cerveza, vodka, un karaoke, cigarros.

  • ¿tienes mota? - me dicen
  • ¿Quieres probar?, alguien pregunta,
  • ¿¡Qué!? - respondo
  • "Prueba, te caerá bien"

Recuerdo que era una pastilla, pequeña, de color azul, me la paso con un trago de cerveza, y otro más, sigue la fiesta, y después de un tiempo me pesan los pies y manos, me cuesta caminar, llega a mi una sensaciòn de calma, ordeno a mis manos moverse, no responden, mis pies se niegan tambièn.

  • ¿Qué pasa? - pregunto, casi balbuceando
  • Es la pastilla, te está haciendo efecto - responden

Me recuesto y todo a mi alrededor se mueve lento, recuerdo que había un grupo tocando en el fondo ¿Eran cumbias?. En mi memoria solo tengo pequeños instantes de lucidez, voy caminando, después obscuridad; me acerco a una mujer y le pregunto como se llama, no recuerdo su nombre, solo es una imagen vaga, mal definida.

El frío cala mis huesos, abro los ojos y desconozco el lugar ¿por qué estoy aquí, en la banqueta de una casa?, vuelvo en mí, me encuentro entre el final de la briaguez y el umbral de la jaqueca, ese punto donde aún se mantiene la sensaciòn embriagante de una noche bien vivida, y el principio del horror que poco a poco, como àngel redentor de los pecados cometidos al rendir tributo a Baco, la pesadilla de la jaqueca se manifiesta, se hace presente, como penitencia obligatoria por dejarme seducir por sus Mènades.


Y  aunque trates de evitarlo, poco a poco se adueña de ti y te devora lentamente, “No lo vuelvo a hacer” pienso, aunque muy en el fondo sé bien que lo volveré a hacer, volveré a ser tentado, una y otra vez me lo he dicho, sin embargo soy débil, me gusta la sensación que produce el alcohol, ese mareo que empieza siendo como una ligereza en la mente, en mis ideas, que me deshinibe, dejando a mis demonios sin control, libres, con permiso a seducirme una vez más, solo una vez más, mañana será diferente ¿lo serà?.  
Y una vez más, ahí te encuentras, perdido, sediento, en una  mañana fría. La resaca cobrándose la factura de lo que te fue la noche anterior; con el amargo sabor que deja la combinación de cigarro, whiskey, cerveza y vodka; perfecto cocktail para una mañana llena de jaquecas y una necesidad inhumana de agua.

La calle està vacía, es domingo de madrugada, no hay tránsito, pido un carro que me lleve al departamento, el dueño de la casa se ha levantado y a través de su ventana en el segundo piso, me pregunta si me encuentro bien; me ha hecho saber que estaba a punto de llamar a la policía, al no saber quién era y no saber si estaba vivo.


  • Iba a llamarles para que vinieran a investigar - dice
  • Pero al verte reaccionar he decidido colgar la llamada.

Le agradezco el gesto y le digo que ya estoy por irme que no tiene nada que temer, solo una noche de excesos es todo. El carro llega por mi y le pido me lleve en busca de más bebida, no quiero la resaca, y haré todo lo que esté en mis manos para evitarla;

  • Ahorita ya no venden joven.  - me dice
  • Lléveme a un “clande”
  • ¿si sabes donde hay uno abierto? - pregunto
  • Si, pero le va a costar mas caro - responde el taxista
  • Està bien, tù llévame

A las 6 de la mañana estoy llegando a la puerta de mi casa, pago la cuota acordada y le agradezco el gesto de haberme llevado en busca de alcohol, toma el pago y se despide:
  • "Cuídese joven".

Finalmente me establezco en mi cuarto, con tequila en mano y un six en la otra, me tiro en la cama a escuchar música, intento de hacer sentido de lo que pasó durante la noche, ¿què era esa pastilla?, y de repente como un pequeño susurro, como un recuerdo vago, una voz distorsionada, a lo lejos, "valium", ¿què paso despuès?, ¿en què fiesta estaba?, un trago al tequila, pongo mùsica. Led Zeppelin, no, ellos no; el “shuffle” de mi computadora està prendido, sigue Journey, no tampoco; siguiente: Queen, no; siguiente: Belinda, ¿Què? ¿Còmo rayos terminò Belinda en mi lista de canciones?.



Doy un trago al tequila. Siguiente canciòn: Dylan, ¡ah Dylan!, como siempre, en el momento oportuno, trago al tequila, "Fourth time around" tocando en el fondo, otro trago al tequila. Està amaneciendo, miro el reloj son la 7, Dylan sigue tocando en el fondo "It ain't me babe", a las 9 de la mañana, una botella de tequila y 3 cervezas después, mi ser encuentra la paz que estaba buscando, quedo profundamente dormido